Seleccionar página

¿Has intentado alguna vez pasar un mes sin azúcar?

Puede ser todo un reto, pero realmente merece la pena.

Lo creas o no: el 80% de los alimentos envasados en los supermercados contienen azúcar añadido.

Se encuentra en zumos, yogures, barritas de cereales, pan, verduras enlatadas y salsas. Una persona media en Estados Unidos consume unos 71,14 gramos o 17 cucharaditas de azúcar al día.

Eso es el doble de la cantidad recomendada por las organizaciones sanitarias.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda reducir la ingesta de azúcares libres (por ejemplo, el azúcar del café, los postres, las comidas instantáneas, etc.) a menos del 10% de la ingesta total de energía al día.

Esto equivale a no más de 50 g de azúcar al día (aproximadamente 10 cucharaditas) para un adulto medio.

Pero menos es siempre mejor.

 

El Azúcar tiene muchos nombres

 

Llevar una dieta sin sacarosa no siempre es fácil, porque el azúcar no suele figurar como ingrediente en los alimentos que lo contienen.

Se esconde detrás de diferentes nombres, que a veces nos resultan desconocidos.

Dextrosa
Fructosa
Galactosa
Glucosa
Lactosa
Maltosa
Sacarosa
Maltodextrina
Jarabe de maíz de alta fructosa
Jarabe de maíz
Jarabe de caramelo

 

azúcar

 

 

 

 

FRUCTOSA NATURAL VS. FRUCTOSA REFINADA FRUCTOSA REFINADA

Mucha gente cree que tiene que renunciar a la fruta para reducir su consumo de sacarosa

Pero no toda la fructosa es igual.

Si comes una manzana o fresas, estás consumiendo fructosa (azúcar de la fruta) en su forma natural.

Además, la fruta contiene vitaminas, minerales y fibra, que ralentiza la digestión.

La fructosa que se encuentra en los alimentos procesados no tiene nada que ver con la fruta.

Está hecha de maíz o de caña de azúcar y no tiene nutrientes saludables.

Si se consume una gran cantidad de fructosa refinada, puede inducir una resistencia a la leptina, lo que conduce a una mayor absorción de calorías y al aumento de peso.

Además, el consumo habitual de jarabe de maíz con alto contenido en fructosa (por ejemplo, los refrescos) aumenta el riesgo de padecer una enfermedad del hígado graso no alcohólico.

Independientemente de si tiene un peso inferior al normal, un sobrepeso o un peso saludable, todo el mundo puede beneficiarse de una dieta sin azúcar.

He aquí seis razones convincentes para dejar el azúcar.

Lo creas o no, no tienen nada que ver con la pérdida de peso.

 

 

 

6 BENEFICIOS: POR QUÉ DEBERÍAS DEJAR EL AZÚCAR

 

 

 

azúcar

 

1. TU MENTE SE MANTIENE AGUDA – SIN AZÚCAR

Consumir demasiado azúcar y grasa puede perjudicar varias funciones cerebrales.

Un estudio de la Universidad de Gales del Sur, en Australia, lo ha confirmado. Así que deja el dulce y mantén tu mente aguda.

 

 

 

2. DISMINUYE LA PRESIÓN ARTERIAL – SIN AZÚCAR

El aumento de peso es una consecuencia muy común del consumo excesivo de azúcar y conlleva el riesgo de sufrir hipertensión arterial.

Esto puede provocar un ataque al corazón, un derrame cerebral, daños en los riñones y otras enfermedades graves.

Si dejas conscientemente el azúcar, te mueves y cuidas tu peso, dejas de fumar y también evitas el estrés, tu presión arterial alta bajará definitivamente.

 

 

 

3. PUEDES PREVENIR LA DIABETES – SIN AZÚCAR

Un meta-análisis publicado en el Diabetes Care Journal confirma: el consumo regular de bebidas azucaradas (refrescos, zumos de frutas, bebidas energéticas y té helado) – 2 porciones o más – aumenta el riesgo de síndrome metabólico (una combinación de diferentes síntomas relacionados con su metabolismo que se producen juntos) y de desarrollar diabetes tipo 2.

Lo mismo ocurre con otros alimentos que contienen azúcar añadido.

Se desarrolla una mayor resistencia a la insulina, lo que significa que el azúcar no puede llegar a las células.

El resultado: ¡la presión arterial aumenta!

Las bebidas pueden estar cargadas de calorías líquidas, así que intenta evitarlas y optar por alternativas sin calorías.

 

 

4. TIENES MENOS ANTOJOS

¿Otra ventaja de una dieta sin sacarosa? Tu deseo de comer dulces disminuirá con el tiempo.

La sacarosa  es adictiva. Cuanto más comes, más te pide tu cuerpo.

Rompe el ciclo eliminando de su dieta los alimentos ricos en azúcar.

Será difícil al principio, pero rápidamente notará que le apetecen menos los dulces.

 

 

5. AHORRA DINERO

Consumir mucha sacarosa cuesta dinero. ¿Por qué? Los alimentos ricos en azúcar atacan el esmalte de nuestros dientes y provocan caries.

Además, debilitan nuestro sistema inmunitario.

El resultado es que enfermamos más.

Todo esto nos lleva a visitar con más frecuencia al médico, lo que suele ser muy caro.

Refuerza tu sistema inmunológico con superalimentos como el matcha y el jengibre.

 

 

 

6. TIENES MÁS ENERGÍA

Seguro que ya te has dado cuenta de que a menudo sólo quieres tumbarte después de una comida alta en carbohidratos o en azúcar.

La sacarosa nos da pereza e incluso parece estar relacionado con la depresión.

La próxima vez que te preguntes por qué te sientes tan desmotivado, piensa en tu dieta.

Energiza tu cuerpo comiendo más alimentos frescos y no procesados.

 

 

DEJAR EL AZÚCAR – CÓMO EMPEZAR

 

La transición a una dieta sin azúcar no tiene que hacerse de la noche a la mañana..

Sigue una dieta equilibrada que incluya alimentos frescos y no procesados. ¿Te gusta beber zumos y refrescos?

Redúcelos gradualmente hasta que hayas roto tu adicción al sabor dulce. Intenta prescindir de esa cucharada de azúcar en tu café o té.

Puede que te lleve un tiempo hasta que consigas eliminar totalmente las bebidas y los alimentos azucarados de tu dieta, pero enseguida verás cómo te sientes mejor y con más energía cada día.