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Blog // 22.06.2021

Juntos con vitaminas y minerales, Ácidos grasos omega-3 debe formar parte de una dieta equilibrada y saludable durante el embarazo y la lactancia. Los pescados de agua fría, como el salmón y el atún en particular, pero también los crustáceos, son ricos en ácidos grasos Omega-3.

Dependiendo de su estructura química, se pueden dividir en ácidos grasos saturados, monoinsaturados y poliinsaturados. Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 son particularmente valiosos, especialmente el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA).

Si su cuerpo está adecuadamente abastecido de EPA y DHA, ¡también lo está su bebé!

A través del cordón umbilical, los ácidos grasos omega-3 llegan directamente al feto. Se recomiendan al menos 200 mg de DHA al día además de la ingesta diaria recomendada de 250 mg de EPA.

El DHA se encuentra en cantidades significativas en el cerebro y la retina de los ojos. Este es un elemento esencial para el desarrollo normal y saludable del cerebro y los ojos del bebé. En el útero, su cerebro se desarrolla más rápido que nunca. Los niveles más altos de DHA se encuentran en las áreas metabólicamente activas del cerebro, como la corteza cerebral, las mitocondrias y las sinapsis. Por lo tanto, el DHA también se conoce como ácido graso cerebral.

Dadas las múltiples funciones de EPA y DHA, no es sorprendente que Los ácidos grasos omega-3 son especialmente importantes durante el embarazo, pero también durante la lactancia.

No comemos suficiente pescado

El consumo de alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 saludables ha mejorado en los últimos años, pero sigue siendo insatisfactorio. Según un informe de nutrición de la Sociedad Alemana de Nutrición, muchas personas comen significativamente menos pescado de lo recomendado. Las mujeres consumen, en promedio, solo 105 g de pescado, productos de pescado y mariscos por semana, y los hombres 133 g.

Recomendaciones para una óptima ingesta de ácidos grasos Omega-3

Preferiblemente, coma dos comidas a la semana que contengan pescado. De las dos comidas, al menos una debe consistir en salmón, caballa, arenque, atún o sardinas, recién preparadas, congeladas o en conserva. La ingesta diaria también puede ser proporcionada por productos Omega-3 con aceite de pescado. Además, también consume aceites vegetales, como semillas de lino, colza y aceite de nuez, ya que contienen ácidos grasos vegetales omega-3. Sin embargo, la ingesta directa de EPA y DHA del pescado es mucho más eficaz que la del aceite vegetal.

Complementos alimenticios de alta calidad como Doppelherz Aktiv Omega-3 Extra 1000 mg, son una buena alternativa para cubrir requerimiento diario de DHA y EPA.

La asimilación de los ácidos grasos Omega-3 DHA por parte de la madre contribuye al desarrollo normal de los ojos y el cerebro del feto o del lactante.